Actualmente, se estima que alrededor del 14% de los alimentos del mundo se pierde en las primeras fases de las cadenas de suministro de alimentos, es decir, después de la cosecha y antes de llegar al nivel minorista, incluyendo las pérdidas que se dan durante las actividades agrícolas, el almacenamiento y el transporte.
Ante el preocupante panorama de la pérdida y el desperdicio de alimentos, el Tecnológico de Costa Rica (TEC) , por medio de la Escuela de Agronegocios , desde su misión, valores y políticas, coordina desde finales del 2014, la Red Costarricense para la Disminución de Pérdida y Desperdicio de Alimentos.
Esta Red la conforman casi una treintena de actores del Sistema Agroalimentario Nacional provenientes del sector institucional, privado y académico, así como de organismos internacionales y de la ciudadanía.
A partir de esta Red el TEC ha participado en procesos de investigación, sensibilización, educación y alianzas. También ha aportado a procesos de construcción de política pública que contemplan esta materia, como el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación de la Pobreza, conocido como SAN-CELAC, y la Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible.
Esfuerzos
Asimismo, el Tecnológico ha realizado acciones de acompañamiento directo al sector productivo, al desarrollar proyectos que impactan positivamente a distintas agrocadenas y territorios nacionales como:
- Desarrollo de productos de valor agregado
- Aplicación de buenas prácticas agrícolas y de manufactura
- Inclusión de principios de agroecología
- Fomento de capacidades agroempresariales
- Asociatividad rural
- Valorización de residuos agrícolas-agroindustriales
- Análisis de ciclo de vida
- Inclusión de la visión de economía circular y gestión ambiental en los agronegocios
Un ejemplo de estas acciones fue Daniela Asenjo, hija de productor cebollero y vecina de la zona norte de Cartago, quien en el 2018 formó parte de los talleres impartidos por la Escuela de Agronegocios. Daniela menciona que estas capacitaciones le parecieron muy útiles para poder brindar apoyo a su papá, Rafael Asenjo, y así mejorar la oferta en la cebolla.