Desde la perspectiva social, se anticipa que la afectación del coronavirus se dé en cuatro ámbitos principales, según destaca Osvaldo Durán, sociólogo de la Escuela de Ciencias Sociales del TEC [2].

El primero de ellos es la situación del estado social, el cual ha tratado de ser desmantelado desde años atrás con la venta y debilitamiento de instituciones públicas.

Sin embargo, para Durán, con la emergencia del COVID-19, se ha puesto en manifiesto la importancia de tener una estructura robusta de estas instituciones, las cuales serán para este sociólogo, aun más clave en el futuro del país.

En el plano de salud, se distingue un panorama en el que se marca como las capacidades y respuesta de un sistema solidario tuvo efectos positivos. No obstante, posterior a esta situación, se distinguirán aun más las diferencias sociales para responder a una enfermedad.

“La pandemia demostró que sí tiene clase social” acotó Durán, refiriendo como la alimentación, salarios, recreación, vida integral y la dependencia farmacológica son factores que han afectado y seguirán jugando un papel clave en la lucha contra enfermedades.

Además refirió como la relación de poder entre salud pública y corporaciones privadas serán aún más marcadas, al tiempo que señaló como estas últimas han tenido casi un papel nulo en la lucha contra el virus, lo que distingue la relevancia del estado social y su aporte al crecimiento del país en los últimos años.

Como tercer punto destacó asimismo las características del modelo económico, el cual muestra ya efectos en la modificación de los contratos laborales, reducciones de jornada y otros que tendrá a corto y largo plazo un efecto negativo para los trabajadores y no para las grandes industrias.

Como eje final de afectación, Durán destacó las nuevas formas de control social, refiriéndose a las cadenas de información del Gobierno y medios, así como de la población, los cuales han tenido una especie de lucha en redes sociales. “Muchas personas piensan que por tener redes pueden controlar datos sensibles. Paralelo a esta crisis surgió, sin duda, una lucha por conocer las capacidades que tienen las empresas de control y propaganda, el Estado y el pueblo” concluyó.

Como una crisis total. Así cataloga el ingeniero Víctor Garro, docente del TEC y empresario, al futuro cercano una vez que se haya superado la emergencia nacional por el Covid-19.

Como es conocido, el sector turismo se está viendo altamente golpeado por el cierre de hoteles, restaurantes y otros negocios inherentes a su actividad, así como por la prohibición del ingreso de extranjeros al país, que rige desde hace semanas.

Otro de los grandes perjudicados es y será el sector de la alimentación y entretenimiento. Recientemente la Cámara Costarricense de Restaurantes y Bares (Cacore) informó que existen más de 100 mil personas de ese sector que han quedado sin empleo debido al cierre de casi 8 mil de sus locales afiliados.

“Hay sectores que no tienen vuelta de hoja y cuando esto se nivele, van a pasar muchos meses hasta que empiecen a notar una recuperación. Los extranjeros no van a venir al país por el resto del año y seguiremos viendo hoteles con candado. No hay que ser matemático ni economista para prever esto”, señaló Garro, quien aclara que esto sucederá al unísono en todo el mundo.

El escepticismo mostrado por el experto durante su entrevista para Hoy en el TEC se alimenta, según explica, en el hecho de que esta situación fue bastante imprevista y casi ningún país del mundo estaba preparado para enfrentarla. “Las afectaciones serán para todos en un par de semanas. Tanto pymes como grandes trasnacionales verán cómo su operación y producción bajarán”, agregó.

Finalmente, Garro aseguró que no se puede hablar de una solución en específico, sino que todo será una combinación entre la recuperación de la confianza del pueblo, medidas que tome el Gobierno y la cooperación social.