La transmisión y disponibilidad de datos se convierte cada día en una necesidad que debe aplicarse en los lugares más remotos del mundo y fuera de él.
Uno de estos puntos es debajo del agua, donde la necesidad de que Internet esté disponible es cada vez más importante para diversas actividades, como la investigación o la acuicultura; así como para organizaciones y ministerios gubernamentales, entre otros que requieren esta facilidad.
Narwix [2] es justamente una startup tica que impulsa equipos de conectividad inalámbrica para entornos subacuáticos, bajo el concepto de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
A través de un dispositivo especial denominado Díglo y el sistema dinámico de transmisión de datos entre varios de estos dispositivos (que funcionan como enrutadores tipo Wifi), se logra la implementación de redes de IoT adaptables a las actividades submarinas.
Los Díglos tienen además la posibilidad de recopilar y monitorear información de diversos tipos de sensores, así como la posibilidad de controlar inalámbricamente otros equipos. Pueden transportar datos desde el agua a la superficie y de ahí al usuario final, quien podrá analizar en tiempo real la información que recibe.
Esta propuesta, creada por Kevin Alfaro, André Herrera y Kevin Maroto –todos estudiantes de Ingeniería en Computadores del Tecnológico de Costa Rica (TEC)– [3], tiene poco más de un año en desarrollo y ha sido participe de iniciativas como el Space Apps, HardwareThon y la Feria de Ideas de Negocios del TEC [4].
La iniciativa tiene el origen de su nombre gracias al Narval (Monodon monoceros), una especie de cetáceo que es conocida como el unicornio marino gracias a su largo colmillo, el cual utiliza como defensa en sus luchas, como un sensor de condiciones de temperatura y salinidad del agua, y para rituales de apareamiento, según estudios del Marine Mammal Science [5].