A nivel internacional, Costa Rica ha sido galardonado como el país más verde del mundo al concentrar 6% de la biodiversidad mundial, buscando ser un país carbono neutral para el 2021 y prohibiendo actividades como la minería a cielo abierto, la caza deportiva y la pesca de arrastre. A pesar de ello, existen aún muchos problemas ambientales que no se han podido resolver
Entre ellos:
- Cada año se pierde gran cantidad de productos agrícolas debido a la afectación por insectos, hongos y bacterias.
- El uso de plantaciones para producir forraje como alimento para animales, abarca grandes terrenos que podrían ser utilizados para otros fines.
- Existen enfermedades que se transmiten desde el suelo hasta los alimentos, lo que provoca incluso en algunos casos abortos espontáneos.
Ante ello, varios científicos y estudiantes del Centro de Investigación en Biotecnología [2] (CIB) del Tecnológico de Costa Rica [3] (TEC), buscan solucionar algunos de estos problemas desde hace poco más de una década con proyectos que se enmarcan en el Área de Biotecnología Ambiental.
1. Búsqueda de soluciones en la agricultura, por insectos, hongos y bacterias
El CIB inició trabajando, en el Área Vegetal, en conjunto con agricultores de las zonas aledañas a Cartago, desde finales de los noventa. Hoy los resultados son positivos.
“A nivel de agricultura de ajo y cebolla, por ejemplo, las plantaciones eran afectadas por bacterias, hongos e insectos, por lo cual se recurría a un elevado uso de agroquímicos en la zona norte de Cartago”, explicó el investigador William Rivera. Señala que esto generaba daño en los cultivos, por lo que en aquel momento se buscó proteger el ajo y la cebolla “criollos”, para evitar su pérdida irreversible.
Para esto último, investigadores como Rivera y Jaime Brenes han venido desarrollando parcelas en las que muestran a los agricultores el uso de productos biotecnológicos que ayudan al aprovechamiento, producción y mejora de los cultivos criollos, de manera que se pueda incentivar el uso de estos productos y tecnologías principalmente en las zonas de Tierra Blanca, Llano Grande y Pacayas.
2. Control biológico de plagas y enfermedades en cultivos
En este caso, los científicos toman hongos y bacterias de la naturaleza que tienen características positivas, y los usan para atacar enfermedades o plagas que afectan los cultivos.
Un ejemplo de ello, es la investigación del profesor William Rivera, quién utiliza hongos y bacterias con propiedades beneficiosas sobre cultivos de ajo y cebolla, creando cultivos más estables para los agricultores de Cartago. El trabajo de Rivera es el producto de 10 años de investigación.