2012 se marcaría como un año de gran relevancia educativa en nuestro país, al declararse la Reforma Matemática para toda la educación primaria y secundaria. Bajas promociones estudiantiles en todos los niveles, en especial pruebas de bachillerato así como de las pruebas de ingreso a la universidad y Pisa de las OCDE, además de actitudes y creencias no adecuadas hacia esta materia, hicieron gestar esta Reforma, la cual empezaría a aplicarse en el 2013.
Tomando en consideración este cambio, el Tecnológico de Costa Rica (TEC) comenzó su accionar tanto en la investigación así como en la extensión, articulado con la enseñanza profesional que brinda a sus estudiantes.
A través del proyecto “Reforma de la Educación Matemática en Costa Rica: Evaluación de avance y sistemas de Creencias de los profesores sobre la reforma” (REMEyC), del 2016, se realizó una investigación cualitativa que evaluó el avance resultados [2]de la Reforma, en la que se distinguieron la existencia de debilidades, especialmente desde la parte docente; carencia de conocimiento de los nuevos contenidos así como en el uso de tecnolología, además de metodologías didácticas no adecuadas.
Uno de los investigadores fue el docente de la Escuela de Matemática [3] Luis Gerardo Meza Cascante, quien detalló que el proyectó develó una gran disonancia entre lo que planteaba la Reforma del Ministerio de Educación Pública (MEP) y la práctica de aula.
Para Meza, las conclusiones coincidieron con lo expuesto en el Sexto Informe del Estado de la Educación [4], que distingue como lo marcado en el programa, no ha calado en el aula.