“Mujer con alas” es una obra de teatro, la cual se desarrollará este fin de semana en la Casa de la Ciudad [2]. La obra dirigida por Jennifer Barboza, cuenta la historia de Antonia Corrales, una interna del sanatorio La Esperanza que decide volar para salvar a su pueblo; para ello crea sus propias alas.
En términos generales, la puesta es una crítica social que invita a reflexionar sobre las enfermedades mentales; a la vez, busca que su audiencia vea las enfermedades del alma con la misma naturalidad que vemos las del cuerpo.
Durante la presentación, participan 12 actores, pero la protagonista es Floribeth Salas, una mujer de 61 años que inició su carrera teatral a los 59 años.
“¿Por qué no inicié antes? Por miedo y baja autoestima”, inicia relatando.
Floribeth es madre de tres hijos y abuela de tres niños. Desde muy joven soñó con los escenarios; sin embargo, toda la vida se dedicó a su casa, esposo y a cuidar de sus hijos.
“Cuando tenía más de 50 años, tomé la decisión de matricularme en un curso de teatro, pero llegaba al lugar y me devolvía. Un día tomé valor y le pregunté a la muchacha: ´¿a mi edad se puede matricular?`, ¡tenía muchísima vergüenza!”, cuenta.
Los primeros meses, se sintió muy cómoda. Asistía a un grupo de teatro de adultos mayores en San José; luego se pasó a un grupo de adultos mayores en Casa de la Ciudad en Cartago.
El problema se dio a los pocos meses, cuando ningún adulto mayor volvió al grupo; y Floribeth, se vio rodeada de personas “jovencitas”, dice entre risas.
“Pero bueno, ya estaba adentro. Me comencé a sentir muy cómoda y ellos me comenzaron a dar más vitalidad y energía”, agrega.
A los dos años, Floribeth fue invitada a audicionar para el grupo “Teatro de la Casa”, donde obtuvo el papel protagónico.
“En mi casa todos quedaron sorprendidos. No lo podían creer. Mi esposo es mi mayor apoyo. En cada función siempre está en primera fila”, señala. Floribeth. Su esposo es Carlos Mata y tiene 39 años de casados.
Esta mujer cartaginesa, hoy agradece a su directora, Jennifer Barboza y a Casa de la Ciudad por creer en su capacidad. Hoy le da un consejo a toda las personas que sienten que la edad no les permitirá cumplir sus sueños.
“La edad no debe ser un obstáculo para lograr nuestros sueños, porque la edad está en mente. Yo me dí cuenta que al rodearme de jóvenes me sentía joven; y hoy, hago cosas que jamás me hubiera imaginado hacer”, puntualizó