Una resolución emitida por el Servicio Fitosanitario del Estado del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG [2]) ha encendido las alertas en el país para los cultivos de banano debido al riesgo que presenta el hongo denominado Mal de Panamá (Fusarium Raza 4 Tropical), el cual se hace presente en el banano, plátano, guineos y otras variedades como los "bananos dátiles".
Si bien el hongo aun no ha sido detectado en el país, las autoridades han emitido el aviso debido a la gran capacidad de dispersión, ya que sus esporas pueden sobrevivir en el suelo hasta por treinta años, además de sobrevivir en material seco (como las artesanías hechas de hojas o fibras de banano como sombreros, adornos así como en la fibra de coco). En América, Colombia reporta ya algunos casos de esta enfermedad según la revista ScienceMag [3].
Este patógeno es históricamente la enfermedad más destructiva de las musáceas (plantas cuyos frutos son bananos o plátanos) y está considerada como una de las 10 enfermedades más importantes en la historia de la agricultura.
Actualmente, no hay una manera de controlar la enfermedad con medios químicos o de otra índole según detalla el MAG, por lo que las fincas afectadas con esta enfermedad son debastadas.
Datos del MAG señalan que 9% de la población depende de la actividad agrícola basada en el banano o el plátano.
Ante la alerta, el Servicio Fitosanitario emitió una serie de medidas, las cuales son de acatamiento obligatorio por parte de productores, importadores, comercializadores y público en general.
Actualmente, la enfermedad se encuentra principalmente con afectación en el Sudeste Asiático, África y Oriente Medio, por lo que los viajeros provenientes de estas regiones no deben visitar fincas de ninguna clase o traer souvenirs fabricados con material de banano, entre otras recomendaciones que se encuentran en la resolución del MAG para la prevención de este hongo en los cultivos nacionales.