Para Sandra Cauffman el principal obstáculo que todos debemos superar es nosotros mismos, liberarnos de las limitaciones que nos autoimponemos.
Lo sabe muy bien una mujer ejemplar, que se sobrepuso a la pobreza de su familia y hoy destaca como la subdirectora de la División de Ciencias Terrestres de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio [2] (NASA, en inglés).
“Tomen el poder, no esperen que las empoderen”, es el mensaje que Cauffman le dio a las jóvenes estudiantes del Colegio Científico de Cartago, durante una charla que impartió recientemente con motivo del Día de la Mujer (8 de marzo) y el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia [3] (11 de febrero).
“Si estudian lo que quieren no van a tener un día aburrido en sus vidas. Hagan lo que hagan, busquen siempre hacerlo con pasión”, le insistió Cauffman a los estudiantes.
Cuando era niña, narra Cauffman, vio la transmisión en televisión de la llegada de la humanidad a la Luna. En ese momento le dijo a su madre que ella también quería ir al espacio y la respuesta que recibió la ha motivado toda la vida: “esfuércese, estudie y uno nunca sabe las vueltas que da el mundo”.
“No llegué a la Luna, pero sí logré ir bastante lejos, siguiendo ese consejo”, confesó Cauffman. “Mi madre también me guió siempre con el ejemplo, si ella nunca se dio por vencida, con todas las cosas que nos pasó en la vida, ¿cómo tenía derecho yo a darme por vencida?”.
Al mismo tiempo que narró su historia de vida, la ingeniera costarricense presentó su trabajo en misiones espaciales, como en la llamada Maven [4], que sirvió para enviar a Marte un satélite para analizar la atmósfera del planeta.
“Decirles que el poder está dentro de ellas, y que no se den por vencidas. Si ellas quieren hacerlo, ellas pueden. Es un mensaje muy simple, no se den por vencidas”, insistió Cauffman.