Recientemente, el Programa “Sistemas Alimentarios Sostenibles” de la Red Un Planeta (One Planet Network en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas [2], celebró su segunda conferencia global en suelo tico, en donde se reunieron a organizaciones y expertos líderes en materia de transformación de los sistemas alimentarios.
El objetivo de la conferencia fue fortalecer la acción colectiva y provocar un mayor compromiso político para abordar una transición urgente hacia sistemas alimentarios sostenibles.
El encuentro estuvo conformado por actores gubernamentales, regionales, nacionales, del sector privado, organizaciones de la sociedad civil y de la academia de América Latina y el Caribe (ALC) .
Por su parte, el Tecnológico de Costa Rica (TEC [3]) también se hizo prensente por medio del director de Cooperación [4], Roberto Guzmán; el director de la Escuela de Agronegocios [5], Carlos Robles y las docentes e investigadoras de dicha Escuela Laura Brenes, María Fernanda Jiménez y Marianella Gamboa.
Según Laura Brenes, “durante el encuentro se pudo conocer el avance hacia sistemas alimentarios sostenibles desde la primera reunión global hasta este momento, pero igualmente, conocer los retos que afronta la sociedad como tal, pues no hay sociedad que sea ajena al sistema alimentario. Informes actuales presentan retos en temas como el hambre, la malnutrición en todas sus formas incluida la obesidad, y la necesidad de un uso eficiente de los recursos, la pérdida de la biodiversidad y la necesidad del cambio en los patrones de consumo, todo ello de cara a un sector que se preocupa por prever alimentos saludables, inocuos y suficientes para la población”.
Brenes añade que durante la actividad, se llegó al compromiso y trabajo continuo para lograr cumplir metas de los objetivos del desarrollo sostenible donde los sistemas alimentarios juegan un papel preponderante.
Particularmente, la Escuela de Agronegocios reforzó su compromiso [6] voluntario para promover los sistemas alimentarios sostenibles, a partir de la coordinación que actualmente ejerce de la Red Costarricense para Disminución de Pérdida y Desperdicio de Alimentos, la formación de estudiantes sensibles y capacitados ante los retos de estos sistemas, y la atención a su llamado como academia pública de atender necesidades del sector.
Reconocimiento de Bandera Azul Ecológica (BAE)
La Segunda Conferencia Global del Programa Sistemas Alimentarios Sostenibles de la Red Un Planeta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue inscrita para optar por el galardón Bandera Azul Ecológica-Eventos Especiales. Gracias a la conciencia de participantes y organizadores, la Conferencia recibió distinción fue otorgada por el Programa Bandera Azul Ecológica del Gobierno del Costa Rica en la categoría de eventos especiales nota 100, tras evaluar la celebración de la Conferencia bajo parámetros relacionados con la promoción de prácticas sostenibles con el medio ambiente, la prevención y reducción del desperdicio de alimentos, la gestión de residuos, el ahorro de agua y energía, la prevención de enfermedades y el uso eficiente de los recursos naturales.
Además, por primera vez se evaluó la toma de acciones para prevenir el desperdicio de alimentos, y se logró implementar la metodología que promueve la cuantificación, prevención y reducción de este tipo de residuos -promovida por la Red Costarricense para Disminución de Pérdida y Desperdicio de Alimentos, coordinada por la Escuela de Agronegocios del TEC-, la prevención de enfermedades y el uso eficiente de los recursos naturales.
Cabe destacar que Laura Brenes, María Fernanda Jiménez y Marianella Gamboa, docentes e investigadoras del TEC junto a estudiantes asistentes de nuestra institución, y representantes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) [7], la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) [8]y la FAO lideraron el Comité Bandera Azul Ecológica para esta actividad, orientadas por representantes del Programa correspondiente.
“Este primera experiencia de aplicación de un parámetro sobre prevención de desperdicio de alimentos fue sumamente exitosa desde dos puntos de vista. Por un lado, viene a cristalizar los esfuerzos de investigación y sensibilización que se vienen realizando desde hace un tiempo en el país y liderados por nuestra Institución en compañía de sectores público y privado; y a su vez, evidenció que es posible celebrar eventos donde se prevenga el desperdicio de alimentos a partir de la planificación, la innovación, la voluntad de actuar y la concientización, evitando así impactos ambientales y sociales aun mayores como pudo ser la emisión de gases efecto invernadero producto de los residuos alimenticios”, concluyó Brenes.