Proteger las invenciones que se producen a partir de una investigación es una de las premisas de mayor relevencia para las casas de estudios superiores ya que, precisamente, a través de dicha protección se marca una nueva forma de conocimiento, además de la posibilidad de contar con nuevas fuentes de financiamiento a través de licenciamientos.
Para el Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2], el fomento a este tipo de acciones es clave para aumentar la internacionalización y el impacto de la investigación científica y tecnológica que desarrolla. Esto ha impulsado procesos en los que se han obtenido ya resultados.
Estos son la solicitud de dos patentes que fueron presentadas y aceptadas, las cuales obtuvieron gracias a su novedad, una protección especial tanto en el campo nacional como internacional. La protección por medio de una patente puede ser solicitada territorialmente y para otros países en los que se desee proteger la invención.
La protección realizada mediante el proceso de Solicitud de Patente Internacional llamado PCT es un tratado internacional administrado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI [3]), el cual tiene como parte de sus propósitos, facilitar y acelerar el acceso de las industrias y de los demás sectores interesados a la información técnica relacionada con las invenciones, y ayudar a los países en desarrollo a acceder a la tecnología.
De la mano del Centro de Vinculación del TEC [4], Arys Carrasquilla, de la carrera de Ingeniería Mecatrónica [5] y Laura Hernández, de la Escuela de Química [6], lograron precisamente que dos productos, resultado de sus investigaciones, hayan presentado la solicitud de patente y esta haya sido aceptada.
La novedad en cada una de las propuestas fue parte esencial de los criterios para que, precisamente, estas se pudieran traducir en el complejo pero importante producto que es solicitar una patente.
Juan Carlos Carvajal, director de Centro de Vinculación señaló que, para la universidad contar con patentes, valida aun más la obtención de fondos y la ejecución de estos, al tiempo que logra, además, subir en rankings tanto universitarios como del mismo investigador.
Para Carvajal, en el proceso de construcción de la patente es fundamental el apoyo que se tiene con las bases de datos que contrata la Universidad, ya que estas son clave para verificar el estado del arte en todo el mundo respecto a la propuesta.
Las patentes son una derivación de la Propiedad Industrial, la cual contiene otros elementos como la protección de marcas, diseños industriales, secretos e invenciones.