La Oficina de Comunicación y Mercadeo no toma como suyas, las opiniones vertidas en esta sección.
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Catalina Núñez Álvarez
Estudiante de Administración de Empresas del TEC
info@catalinanunez.com [2]
“Sinergia”, es uno de mis conceptos favoritos. Administración de Empresas es la disciplina que he estudiado en los últimos cuatro años y de la cual aprendí -entre muchas otras cosas- sobre productividad, otro de mis temas favoritos. El Movimiento OVOP (One Village One Product ) es una estrategia y filosofía que tuve la suerte de conocer a inicios de 2017 como parte de un trabajo de investigación para un curso de la Universidad. “Desarrollo sostenible” es otro apasionante concepto pero sobre todo: un compromiso ineludible.
Estos elementos comenzaron a entrelazarse en mi mente hace tiempo, hasta que me saltó la idea: “aumentar la productividad de cada persona provocaría un efecto sinérgico que promovería el desarrollo sostenible”. Y sí, me saltó como un hecho, porque fue un momento de esos, de inspiración, de cuando uno siente que la vida toma más sentido.
Esta idea y lo que voy a compartirle a continuación, tal vez sean razonamientos que ya usted había pensado o incluso ya sean parte de su vida. Sea ese el caso, o que nunca lo había considerado, me haría muy feliz que este texto le motive a ser un aliado más para construir, sinérgicamente, un mundo mejor.
Comenzando por la definición de productividad, esta es bastante objetiva, básicamente es generar o producir más con menos. En cuanto al “desarrollo humano” y el “desarrollo sostenible” claro que también son elementos medibles cuantitativamente, pero son temas que van más allá; calan y se vuelven subjetivos, porque hablamos de la gente y su calidad de vida, hablamos de cómo los seres humanos podemos satisfacer nuestras necesidades presentes, considerando las que tendrán las generaciones futuras.
Si partimos del hecho de que uno de los principios de la economía es que los recursos son escasos, entonces aumentar la productividad permitiría superar muchas limitaciones para satisfacer todas esas necesidades que tenemos, por ejemplo, como país.
Pero, ¿mejorar la productividad de quién?, ¿del gobierno y sus instituciones para que resuelvan los problemas de la sociedad? Por supuesto que sería genial que eso ocurriera, sin embargo hay mucho que podemos hacer nosotros mismos, uno a uno, primero a nivel personal y luego uniendo esfuerzos (ah… ¡la sinergia!).
Hagamos cálculos: ¿Qué pasaría si la productividad que lográramos desarrollar a nivel personal nos diera más libertad de tiempo para poder unirnos con otros individuos de nuestras comunidades, para juntos encontrar soluciones y aprovechar oportunidades que sean de beneficio común?
Porque seamos honestos, muchas veces no tenemos tiempo ni para cumplir con nuestras necesidades y deberes personales básicos -como hacer ejercicio- y pasamos luchando porque “no tengo tiempo”, “la casa está sucia” o “siempre estoy muy ocupado”. Pseudorazones que no son más que excusas que nos hemos convencido que son válidas para justificar el hecho de no tener suficiente tiempo.
A como yo lo veo –y sería un gusto que luego usted me cuente qué opina- tener una mejor productividad personal es una forma muy afectuosa de empatía. Abordar mis necesidades básicas, mis compromisos personales y profesionales para no sacrificar mi disponibilidad para ayudar a los demás. No enfocarme solo en mí y mis urgencias, que muchas veces son causadas por el descontrol de tiempo, a su vez causado por la falta de orden y mejores hábitos.
La enseñanza clave de la productividad entonces es aprovechar mejor los recursos, llámese tiempo, dinero, recursos naturales, materiales, humanos y otros. ¿Qué mejor lección que esa para lograr el “desarrollo sostenible”?
El Movimiento OVOP, que mencioné al inicio del artículo, conjuga estos conceptos que le he compartido, enfocado al desarrollo comunitario sostenible. Consiste en que las personas de una comunidad logren generar valor y crecimiento en sus propias vidas, la de sus familias, y de forma sinérgica, también la de su comunidad; haciendo un uso respetuoso de los recursos humanos, siendo conscientes de que vendrán nuevas generaciones posterior a ellos.
Este movimiento es muy interesante, es una filosofía japonesa surgida a mediados del siglo XX, que actualmente se enfoca en promover el desarrollo de las regiones a través del aprovechamiento de productos que caractericen a una zona (JICA, 2015). Actualmente ha llegado hasta 70 países en todo el mundo, y en el caso de Costa Rica tiene la particularidad de que se adapta para aprovechar más bien las cualidades especiales de una región. Por ejemplo el turismo rural comunitario en Zarcero o el sello de identidad de Turrialba-Jiménez en relación al volcán y sus ríos (González & Solano, 2017).
En movimientos y programas como OVOP, existe toda una estructura institucional que los sustenta. En Costa Rica participan -entre otras instituciones- el Ministerio de Economía, Industria y Comercio y el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola. Sin embargo, para la “gestión autónoma” de las comunidades es necesario tener líderes que coordinen este movimiento e inspiren a sus comunidades (Departamento Nacional de Planeación, DNP, 2012).
En general, las personas involucradas deberán buscar el desarrollo de la comunidad, dinamizando factores y buscando oportunidades. En este sentido el desarrollo de la productividad personal es una habilidad fundamental, ya que ser individualmente más eficientes y efectivos nos proveerá de hábitos que eliminen el desperdicio de recursos. Esto nos permitiría tener la disposición mental para siempre buscar cómo aprovechar los factores y circunstancias, ya sea mediante colaboraciones o nuevos emprendimientos que se integren a la comunidad para buscar el bien general, presente y futuro.
Recapitulo ya para terminar. La productividad nos libera y nos potencia, gracias a no pasar toda la vida metidos solamente en la burbuja de nuestras propias necesidades. Pudiendo también llevar esa productividad personal “hacia afuera”, teniendo tiempo para pensar en los demás, en la sociedad y el mundo; tal vez comenzando por pensar en cómo aportar para mejorar nuestras comunidades.
Mi intención con este artículo es compartir estos temas, que siendo honesta aún siguen siendo un reto para mí, como seguramente también para más personas. Sin embargo me apasionan, y confío que la satisfacción de mejorar nuestra productividad personal nos da la confianza para creernos capaces de alcanzar nuevas metas, nos regala tiempo para conocernos a nosotros mismos y crecer, de forma que valoremos más nuestros talentos, pudiéndolos compartir y transmitir. Así que, ¿qué estamos esperando? Literalmente no hay tiempo que perder.
Puede conocer más sobre el movimiento OVOP h [3]aciendo click aquí. [3]
Referencias:
Departamento Nacional de Planeación. (2012). Guía de Iniciativas OVOP (por categorías). Recuperado de: https://ovop.dnp.gov.co/IniciativasOVOP/IniciativasporCategor%C3%ADa.aspx [4]
González, D. & Solano, K. (8 de mayo, 2017). Comunicación personal. [Grabación en archivo digital].
JICA. (2014). Gobierno costarricense promueve movimiento “Un pueblo - Un producto”. Recuperado de: https://www.jica.go.jp/costarica/espanol/office/topics/c8h0vm000028ca97-att/noticias_90.pdf [5]
Rawpixel.com (2018). Ilustración de encabezado. [Figura]