Considerada por los japoneses como un símbolo de prosperidad y protección, la grulla es un ave que a nivel mundial es conocida precisamente por esa veneración que le tienen en este país del sol naciente.
Comparable con la más conocida en occidente paloma de la paz, esta especie–que tiene un impresionante promedio de vida de 40 años- es sin duda, una manifestación de amistad y buenos deseos para quien se le refiera de cualquier manera.
El arte japonés de hacer figuras de papel solamente plegándolas, se llama origami y una de las figuras más usuales que fabrican quienes conocen esta técnica, es justamente la grulla.
Como muestra de fraternidad y apoyo, hace una semanas, el Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2], por medio de los funcionarios y estudiantes bajo la coordinación de la Escuela de Ciencias Sociales, elaboraron 2 mil de esas figuras y se las entregaron al señor Hideo Kawamoto, Primer Secretario Agregado Cultural de la Embajada de Japón en Costa Rica, quien se presentó en la Institución para recibirlas y gestionar su envío a ese milenario país asiático.
Las grullas salieron con destino a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, tristemente célebres por su destrucción con bombas nucleares en 1945 durante la Segunda Guerra Mundial.
En esos lugares, serán expuestas en público en homenajes realizados en dos grandes parques, dedicados a la conmemoración de los lamentables hechos. Las grullas enviadas desde Costa Rica serán combinadas con otras similares fabricadas y obsequiadas por países de todas las latitudes.
Se enviaron específicamente mil unidades a cada ciudad, ya que existe una leyenda japonesa que indica que a una persona se le concederá cualquier deseo si tras pedirlo logra fabricar esa cantidad de grullas con la técnica del origami.
Los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki fueron perpetrados por la fuerza aérea del ejército estadounidense en el mes de agosto de 1945, dejando un saldo entre heridos y muertos superior a las 300 mil personas. Se considera a este hecho como el que marcó el final de la Segunda Guerra Mundial.
Recientemente, este histórico suceso se recordó en el TEC con varias actividades, entre las que destacaron conversatorios, homenajes y por supuesto la elaboración y entrega de las grullas de origami.