Aplicaciones, páginas y diversos elementos relacionados con la web sufrieron recientemente un cambio en las políticas de uso y privacidad de datos que gestionan de sus usuarios. La gran cantidad de notificaciones que inundaron celulares con el fin de actualizar la "letra pequeña" de uso de información personal, ha logrado exponer el manejo que hacen muchas empresas en el contexto digital.
Una de las principales causas del cambio en las políticas que tienen apps y sitios web se da como respuesta a dos importantes hechos: el escándalo de fuga de datos de Facebook, realizado por la companía inglesa Cambridge Analitica y la consecuente activación en la Unión Europea del nuevo Reglamento General de Protección de Datos, que otorga a los miembros de estos países, nuevos derechos de protección de datos y amenaza con multas enormes a las organizaciones que no los cumplan.
Respecto a Cambridge Analítica, el escándalo se dio luego de que esta empresa (sin relación alguna con la Universidad inglesa) usara en apariencia información personal de usuarios de Facebook para la campaña presidencial de los Estados Unidos.
Mediante un test de personalidad en la red social, la compañia cruzó los resultados de este con la información de Facebook con el fin de inferir perfiles psicológicos de cada usuario y saber cuál debía ser el contenido, tema y tono de un mensaje para cambiar la forma de pensar de los votantes de forma casi individualizada.
Esto generó que la compañía enviara no solo publicidad personalizada, sino que desarrolló noticias falsas que replicó a través de redes sociales, blogs y medios, las cuales supuestamente favorecieron al hoy presidente Donald Trump.
Este panorama generó reacciones y cambios en la red social, los cuales fueron destacados por Mark Zuckerberg. Entre estos la veta de la aplicación de Cambridge Analitica de la plataforma así como investigaciones que conllevaron a despidos así como a los cambios en las políticas de uso de la red.