Un cultivo de microalgas puede duplicar su masa en menos de una semana, a la vez que fija hasta 30 veces más dióxido de carbono que una plantación equivalente de árboles. En el método desarrollado por especialistas del Centro de Investigación en Biotecnología (CIB) [2], del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [3], se aprovecha los minerales de aguas residuales y la energía solar.
Se trata de un desarrollo altamente eficiente y con muchos beneficios para el medio ambiente: limpia aguas mientras fija dióxido de carbono y produce oxígeno.
Esta tecnología ahora llegará a la empresa privada, mediante el convenio que este lunes 20 de agosto firmaron el TEC y la empresa costarricense Grupo Zamora [4], por medio de su subsidiaria Porcina Americana, la más grande productora de carne de cerdo del país.
Este acuerdo cuenta con el acompañamiento del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) [5] y servirá para que los investigadores desarrollen en la planta de producción (en Coris de Cartago) un prototipo a utilizar en su granja, con el fin de llevar a la empresa lo que ya han estudiado por más de 12 años en el laboratorio.
La meta es abaratar el costo de producción de la carne, desarrollando una fuente de alimento con alto contenido de proteínas: las microalgas, que además es amigable con el medio ambiente.
Esta es una transferencia de tecnología a gran escala, un proyecto con un potencial enorme, por sus evidentes beneficios económicos y ambientales.
Al inicio, la planta piloto está programada para producir 30 toneladas de biomasa microalgal.
“Va a ser una gran experiencia para nosotros los investigadores y para la empresa privada. Ya nosotros cultivamos en el laboratorio, en una escala semi industrial, y demostramos que es rentable y que si lo escalamos todavía más, los beneficios son mayores, tanto económicos como ambientales” explica la máster Maritza Guerrero, coordinadora del Grupo de Investigación en Microalgas [6].