Esta iniciativa instaló varios paneles solares con fines investigativos en la Sede del Tecnológico de Costa Rica en San Carlos y ha ayudado a varias fincas en Santa Rosa de Pocosol, en San Carlos, y Puerto Viejo, en Sarapiquí, a aprovechar la energía solar.

Las instalaciones solares sustituyen quemas de madera o motores de combustibles fósiles, con lo que se consiguen varios objetivos:

• Incrementan el valor agregado de pequeñas empresas.
• Reducen los costos.
• Mejoran las condiciones de salud.
• Desarrollan capacidades productivas.
• Disminuye la huella ambiental y la producción de desechos.

Asimismo, se ha asociado con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Instituto de Desarrollo Rural (Inder), por lo que contará con financiamiento para seguir mejorando las condiciones de pequeños productores en la Zona Norte del país.

Entre los investigadores que han participado en este proyecto, según Guzmán, se encuentran Freddy Araya, Javier Mauricio Obando, Cristian Moreira y Guillermo Castro. Mas también han colaborado otros funcionarios y funcionarias de la Sede Regional, así como estudiantes del Docinade y las carreras del TEC que ahí se ofrecen, como Ingeniería en Agronomía [11] e Ingeniería Electrónica. [12]

Respecto al Docinade, este programa se desarrolla en forma interuniversitaria entre el TEC, la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Nacional (UNA). También cuenta la participación de universidades de México, Nicaragua, Guatemala y Cuba.  

Surgió en 2005, precisamente para impulsar iniciativas de investigación y extensión que facilitarán el crecimiento de los productores rurales de Centroamérica

En 2016 se convirtió en el primer posgrado acreditado del TEC, al recibir la certificación de la Agencia Centroamericana de Acreditación de Postgrado (ACAP).

“Es uno de los programas estrellas del TEC, incluso está actualmente acreditado internacionalmente. El que un grupo de profesores del Docinade consiguiera este gran logro le da un valor agregado a los alumnos del doctorado, porque da mucho prestigio”, comentó Guzmán.

Establecidos en 1999, los premios Energy Globe se presentan como el más prestigioso galardón mundial en materia ambiental.

“Son elegibles para participar proyectos enfocados en el ahorro de recursos, la mejora de la calidad del aire, el suelo o el agua, el aumento de la eficiencia energética, el uso de energías renovables, y cualquier persona que contribuya a la lucha contra el cambio climático. ¡Ningún proyecto es demasiado pequeño y ninguno es demasiado grande!”, explica la organización en su portal web [13].

Cada año se inscriben miles de iniciativas de todo el mundo para la evaluación de  un jurado internacional en Austria, sede de la organización, y se otorgan los National Energy Globe Award –el que recibió el TEC en esta ocasión–, que participarán en la selección final de los ganadores.  

Se premian cinco categorías:

• Tierra.
• Fuego.
• Agua.
• Aire.
• Jóvenes.

Además, para 2018 se introduce la categoría especial de Plásticos Sostenibles.

Más adelante, la organización informará si el proyecto del TEC es nominado a alguna de estas categorías.
Los ganadores reciben un incentivo económico y reciben divulgación y prestigio mundial, ya que son presentados en una transmisión en vivo a todo el orbe.