La utilidad de la Inteligencia Artificial (IA) en la vida cotidiana se hace cada vez más palpable a pesar de que su uso se haga actualmente de manera casi inconsciente, pero con un gran impacto para el quehacer del ser humano.
Desde las recomendaciones de etiquetado en las fotografías que hace Facebook o bien la predicción de ruta que hacen aplicaciones como Waze son parte de los elementos que ya forman parte del accionar regular de nuestra vida, siendo la inteligencia artificial una de las principales protagonistas en este contexto.
Nadie espera que en la actualidad, o en un futuro cercano, una tecnología pueda igualar la inteligencia humana, pero la inteligencia artificial tiene grandes implicaciones en la forma en que vivimos hoy nuestras vidas.
La penetración de este concepto ha sido catalogado por muchos expertos como uno de los pilares de la cuarta revolución industrial; misma que ha sido declarada por el presidente Carlos Alvarado como uno de los campos de acción que el nuevo gobierno quiere fortalecer durante esta Administración.
Los ámbitos de aplicación de la IA se marcan por la diversidad en las que puede impactar y que van desde las características de las redes sociales hasta elementos más complejos como la producción en serie, ambiente, transporte, energía o bien características más cotidianas como el uso de electrodomésticos caseros así como el manejo de grandes bases de datos que hoy en día cada vez más empresas tienen en sus manos.
Entre las iniciativas que se desarrollan actualmente en el TEC, está la del Pattern Recognition and Machine Learning (Parma) [2], grupo de investigación orientado al trabajo en el área de aprendizaje automático. En éste, profesionales de distintas áreas de trabajo, generan investigación científica, innovación tecnológica e integración con los distintos sectores productivos del país.
El co fundador e investigador de este grupo, José Carranza, destacó que como parte de lo que se trabaja actualmente, están las características que tengan “bio” de por medio, y que van desde análisis de tejidos con cáncer; la predicción de la edad de un paciente con la utilización de rayos x así como la identificación automática de plantas, entre otros.