Ricardo Salazar y Pablo Soto son dos jóvenes docentes e investigadores del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2] que estuvieron durante los últimos años estudiando en Francia y Australia –respectivamente- para lograr su nuevo grado académico: el doctorado.
Para conseguirlo, ambos profesionales fueron apoyados económicamente por el TEC, a través del Proyecto de Mejoramiento Institucional, financiado con parte de los recursos del préstamo con el Banco Mundial.
Dicha modalidad benefició a los en ese entonces doctorandos, en la cobertura de gastos de manutención, hospedaje, plan de estudios, transporte y otras necesidades.
Salazar consiguió su doctorado en Ciencias Agronómicas en la Universidad de Montpellier, en un camino trazado desde diciembre de 2014 hasta finales de 2017.
Un año de investigación en Costa Rica, más dos en dicha localidad francesa, fueron necesarios para que este docente e investigador de la Escuela de Agronegocios [3] lograra desarrollar su proyecto, el cual está enfocado en determinar la calidad de los cultivos a partir de la distancia de siembra entre los mismos.
En el ámbito meramente profesional, Salazar apunta que el aprendizaje que logró gracias a su contacto e intercambio de conocimiento con investigadores, profesores y otros estudiantes extranjeros y locales es lo más valioso que sumó de esta experiencia. También, considera de grandísima importancia el haberse podido dedicar a la investigación desde un principio.
Los dos años vividos en Francia le permitieron al profesor “afinarse” en muchos aspectos además del propiamente relacionado con su doctorado. Un ejemplo de ello es el idioma, ya que según comentó, las materias en general eran impartidas en inglés (lenguaje que domina), pero algunos cursos fueron en francés.
“Al mismo tiempo que la carrera, llevé cursos de francés. Aprendí bastante de ese idioma y llegué a un nivel intermedio. Ese fue un plus, ya que el curriculum profesional aumenta cuando se maneja un tercer idioma”, señaló Salazar.
Además, este experto en temas agrícolas aporta que el ambiente de arte y cultura que envuelve a Francia fue muy interesante para él, al igual que vivir en medio de las cuatro estaciones climáticas.
Tras su regreso al país hace pocos meses, el doctor Ricardo Salazar se reintegró a sus labores a tiempo completo en la Escuela de Agronegocios. Se encuentra en este momento desarrollando proyectos de investigación relacionados con el doctorado recién obtenido y dando clases de estadística inferencial.
Creciendo como profesional en una tierra exótica
Haciendo un viaje de casi 16 mil kilómetros y más de 24 horas de duración, se llega a un país famoso por sus particular fauna, grandes espacios abiertos y otras maravillas naturales.
Cuando Pablo Soto partió a Australia en julio de 2014, lo hizo con el objetivo de estudiar su Doctorado en Matemática, investigando para su proyecto el desarrollar nuevos operadores de rango reducido para estimación y eliminación de ruido de señales aleatorias.
La Universidad del Sur de Australia -ubicada en la ciudad de Adelaide- fue su casa hasta el año anterior. El inicio de su carrera estuvo relacionado con la investigación de artículos científicos, pruebas numéricas y generación de resultados teóricos. Según explicó, su trabajo se aplicaría en la ingeniería electrónica y eléctrica.
Este profesor de la Escuela de Matemática [4] recibió el aporte del proyecto financiado por el Banco Mundial en el pago de su beca total en la universidad, gastos para manutención, alimentación y hospedaje. “Todo este apoyo es muy importante, porque esta beca me permitió dedicarme a estudiar al 100%, sin la necesidad de trabajar”, comentó Soto.
El joven docente de 33 años, agrega además que su experiencia se vio enriquecida debido a que aplicó durante casi la totalidad del tiempo su dominio de la lengua inglesa. “Toda la carrera era impartida en inglés. Además, había muy pocos latinos y mi asesor era ruso. Por eso casi no hablé en español”, agregó.
Otra vivencia que sumó este vecino de Cartago, fue que la misma universidad australiana le permitió hacer un curso de verano en Newcastle, cerca de Sidney, ciudad más grande y poblada de Oceanía. Además, asistió a una conferencia en España.
En su poco tiempo libre, Soto pudo conocer importantes destinos turísticos como Gold Coast, Isla Canguro y Melbourne. Finalmente, con sus propios ahorros tomó la decisión de viajar a Costa Rica durante las navidades de 2015 y 2016, siendo estos los únicos momentos de contacto directo que pudo tener con sus familiares, ya que nunca pudieron visitarlo.
Tras su reciente regreso al país, el investigador está de nuevo en la Escuela de Matemática trabajando en la propuesta de un proyecto de investigación, junto con dos compañeros. De igual manera, retornó a sus labores de docencia en cursos de la carrera de Enseñanza de la Matemática con Entornos Tecnológicos y varias ingenierías.
Recientemente, se realizó una reunión entre los nuevos doctores y el rector Julio César Calvo, en la cual ambos protagonistas de esta nota compartieron con Calvo sobre sus vivencias y lo aprendido durante su tiempo de estudio.
En dicho encuentro el Rector los felicitó y los instó a mantener la relación y vínculos con los personeros del extranjero, ya que, según mencionó, esto brinda grandes oportunidades de cooperación para que el TEC pueda crecer en sus investigaciones.
El Proyecto de Mejoramiento Institucional está destinado a mejorar la infraestructura, docencia e investigación en las universidades públicas costarricenses.