Inquietud por la ciencia desde adolescente
Kattia, es el resultado de la educación pública de este país. Asistió a la escuela de Santa Rosa y luego al Colegio Experimental Bilingue de Turrialba. "Mis papás siempre nos instaron, a mí, y a mis dos hermanos, a buscar la mejor institución que pudiéramos. En la época del colegio, todos mis amigos estaban en la casa a la una de la tarde, pero nosotros llegábamos del colegio a las 7 p.m, tras viajar una hora en autobús".
A los 15 años, con la ayuda de sus padres, esta científica costarricense tomó la decisión de inscribirse en el Colegio Científico de Cartago.
"Claro, me tuve que ir a vivir sola a Cartago, porque el colegio nos exigía mucho académicamente. Me becaron y gracias a ello, lograba pagar un cuarto y la comida de la semana. Recuerdo la primera vez que mis papás me vinieron a dejar. Mi mamá lloró como 22 días. Al principio me venían a dejar todos los lunes y me recogían los viernes. Luego yo lo hacía sola", recuerda.
Es en el Colegio Científico donde surge la pasión por la biotecnología. "Cuando leíamos sobre biotecnología yo sentía que era ciencia - ficción. Nos hablaban sobre modificar plantas, descubrir enfermedades y la cura para esas enfermades, con elementos que uno ve en la naturaleza", comentó.
Por su sueño...
Al graduarse del colegio, Kattia ingresa al Tecnológico de Costa Rica, nuevamente es becada y le permiten trabajar como asistente 20 horas a la semana.
Y siendo estudiante, con tan solo 19 años, obtiene una beca para fortalecer su conocimiento en el Instituto Pasteur y viaja a París.
"Tuve la oportunidad y me fui. Conocí otra cultura, otras formas de trabajo y muchas de las personas con las que ahora trabajo". agregó
Hoy, la sed por aprender de esta joven de apenas 25 años no se detiene, y en este momento, se encuentra en Chile terminando su doctorado en bacterias de ambientes extremos que tengan potencial para descubrir nuevos antibióticos. A la vez, espera volver pronto a Costa Rica a continuar ejerciendo como investigadora, profesora e inspirando a nuevas generaciones.
"Yo me considero un ser humano común. Todas las personas tienen las mismas oportunidades que yo tuve, acceso a colegios públicos, universidades públicas y becas. El secreto está en aprovechar las oportunidades que nos da la vida y creer en nuestras capacidades", puntualizó.