En el Inidetam la delegación tica se reunió con el contralmirante Cuauhtémoc Urrea Urías, director del Instituto, y otros altos cargos.
Mientras que en el Cencasant, apreciaron las instalaciones donde se concentran las operaciones de capacitación de operadores de los sistemas de drones, diseñadores responsables de misiones y personal de mantenimiento técnico.
“En México ya hay un avance considerable, con la creación de un instituto de capacitación y la preparación de profesionales en el área de drones. Es muchísimo lo que abarca, ellos desarrollaron una estructura y están preparando a la gente necesaria para desarrollar las misiones, así como la fabricación de las naves“, recalcó Crespo.
Además de los conocimientos técnicos e ingenieriles –desde la electrónica, hasta la programación de software y ciencias de los materiales– para fabricar drones de gran tamaño, capaces de volar a más de 4.000 metros de altura y a una distancia de 100 kilómetros, las instituciones mexicanas han desarrollado un centro de capacitación para preparar los tres tipos de especialistas necesarios para utilizar las aeronaves:
- Pilotos a distancia.
- Técnicos de mantenimiento y puesta en marcha del dron.
- Diseñador de misión, quien determina la altura, alcance y protocolos más adecuados para conseguir los objetivos planteados.
Según complementó Crespo, durante los tres días de visita (7 al 9 de febrero) se mantuvo una serie de mesas de trabajo con los miembros del equipo responsable del Proyecto Spartaam –que lleva más de seis años especializado en el desarrollo de sistemas aéreos no tripulados–, encabezados por el director del proyecto, Capitán Julián Ramos Granados.
En dichas sesiones, aseveró Crespo, se analizó la experiencia a todos los niveles, desde aspectos relativos al diseño, control y administración del proyecto, hasta características técnicas de los subsistemas electrónico, mecánico y aeronáutico de software de los drones.
“La visita fue considerada un éxito por ambas partes, y abre la puerta no solo al desarrollo del proyecto de sistemas aéreos no tripulados, sino en general al intercambio de experiencias y conocimientos en el ámbito del desarrollo tecnológico y la investigación entre ambas instituciones”, comentó Crespo.
Drones en las costas
El siguiente paso, explica Crespo, sería establecer un convenio marco entre el Tecnológico y el Servicios de Guardacostas, adscrito al Ministerio de Seguridad, en el que se puedan dirimir la ruta para la creación del programa.
“El propósito en un trabajo de este tipo no es la producción científica, sino que lo importante es el desarrollo de soluciones de tipo tecnológico y de carácter altamente innovador para resolver problemas que aquejan a la sociedad”, detalló Crespo.
Según el especialista, a los mexicanos les tomó seis años el desarrollo de un dron completamente funcional, pero se dieron resultados durante el proceso, además de que paralelamente se construyeron los centros de capacitación y servicios técnicos necesarios para la operación del programa.
“El resultado final, que es las aeronaves completamente operativas les tomó seis años en México, pero tuvieron resultados antes. A los tres años ya tenían listo el primer prototipo y paralelamente desarrollaron toda la infraestructura necesaria”, ahonda Crespo.