Por: Ingeniero Marco Vinicio Gómez
Experto del Departamento de Administración de Tecnologías de Información y Comunicaciones (Datic)
Las tecnologías digitales han venido a cambiar el mundo para que nunca retorne a un estado anterior. Se pueden ver dispositivos electrónicos de diversas formas y tipos en nuestro entorno como nunca en la historia de la humanidad. Ahora nuestros niños desde muy corta edad conocen y usan computadoras, teléfonos inteligentes y tabletas, aprendiendo en una forma natural y sin realizar cursos de aprendizaje.
Las personas ya se han acostumbrado a realizar una gran cantidad de actividades con el uso de la tecnología. Ejemplos claros son los pagos por internet, la compra de servicios y productos; así como las transacciones bancarias. Incluso la diversión y el entretenimiento (consolas de video), catalogan entre las mismas.
La dependencia de las tecnologías nos obliga a utilizarlas al máximo, convirtiéndonos en actores vulnerables a los fraudes. Esto debido a la malicia de aquellos que tienen un conocimiento más amplio y violan los principios éticos. Cada día aumenta la necesidad de usar medios digitales en todas las actividades y casi siempre se parte erróneamente del hecho de que los sistemas digitales son confiables y seguros.
Internet es una “jungla” y muchas veces cuando reaccionamos ya hemos sido víctimas de un fraude.
La firma digital es una solución tecnológica que le da seguridad y confianza a los documentos electrónicos, independiente del medio en que se envía y comparte la información. Los documentos firmados digitalmente se mantienen intactos, aunque se transfieran por internet.
La firma digital puede usarse para autenticar a un usuario en sistemas de Internet de muchas instituciones públicas de Costa Rica. Por medio de la firma digital los documentos adquieren valor legal y carácter probatorio según lo define la ley 8454, al permitir crear documentos con más seguridad que la firma manuscrita.
Mediante el uso de firma digital, se reduce el uso y transporte de papel y se impulsa el compromiso país, de carbono neutralidad. También, con el uso de este recurso hay un considerable aumento en la cantidad y calidad de los servicios orientados a los clientes de las instituciones estatales y privadas.
Además, la firma digital permite mayor eficiencia y reducción de costos operativos en las instituciones; se potencia la simplificación de trámites, hay menos filas y se garantiza la seguridad y confianza en los servicios.
Según el Banco Central de Costa Rica ya se han emitido más de 220 mil firmas, por los que cada vez más se está más expuesto a la recepción de documentos firmados digitalmente, siendo obligatorio para las instituciones dar trámite a cualquier documento que se reciba autenticado de esa manera.
La firma digital viene a solucionar serios problemas de seguridad que otros mecanismos no le pueden dar a los documentos, como ocurre con una simple contraseña, además de tener un respaldo legal. De igual manera, la firma digital se constituye como un efectivo método para eliminar la suplantación de personas, con una adecuada capacitación y uso.
Según datos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) [2], más de 150 instituciones estatales ya han adoptado la firma digital, utilizándola en diferentes tareas y documentos. En el TEC muchas personas también la utilizan para diferentes trámites con instituciones como el Banco Mundial, los tribunales de justicia, la Contraloría General de la República, bancos, municipalidades y la Caja Costarricense del Seguro Social.
Las posibilidades de uso de la firma digital en el TEC son inmensas con beneficios directos. Cada departamento o escuela administra sus procesos y son capaces de descubrir qué documentos en papel se pueden reemplazar.
Me parece que el TEC como universidad tecnológica, debe ser pionera y adoptar aún más, esta solución tecnológica, proponiendo mejoras que beneficien a todos, pero no se puede pasar por alto que debe ser esfuerzo en conjunto y coordinado.