Colaboración de Larissa Castillo.
Entre el 11 de junio y 2 de julio del presente año, un grupo de 14 estudiantes del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2] que cursan los programas de Inglés Fundatec y Conare – Fortalecimiento de Inglés, tuvieron la oportunidad de poner en práctica sus habilidades lingüísticas en ese idioma.
Este conjunto de alumnos formó parte de un intercambio académico y cultural en la Western Carolina University, que se realizó con el objetivo de complementar los estudios de inglés que reciben con la puesta en práctica del idioma con hablantes nativos.
Según explicó la filóloga Larissa Castillo, docente de la Escuela de Ciencias del Lenguaje del TEC [3], esta experiencia funcionó como un proceso de inmersión directamente con la cultura para estas personas.
“El campus universitario en Carolina del Norte fue el escenario idóneo, puesto que la única forma de comunicarse era empleando el inglés. Así que fueron tres semanas intensivas de practicar a todas horas del día: para comer, para pedir permisos, para las clases, para el uso de la biblioteca, el Internet y las actividades recreativas”, aseguró Castillo.
La experta además resaltó la importancia de que los estudiantes se convirtieron durante ese periodo en embajadores de la cultura costarricense. “Su alto rendimiento académico demostró la excelente preparación que reciben no solo en inglés, sino sus habilidades sociales y culturales”, agregó.
“Académicamente hablando, el proceso fue diferente. La forma del examen de ubicación me sorprendió, pues nunca había hecho uno similar. Las clases estuvieron entretenidas, ya que son destinadas a temas actuales. Además, se hacían redacciones y presentaciones de tarea, también la escucha y la gramática, durante las clases”, explicó el pasante Jairo Ortega.
De la misma manera, la estudiante Rocío Segura se mostró complacida por la iniciativa del TEC. “Me parece que es de vital importancia ofrecer a los estudiantes la oportunidad de insertarse dentro de la cultura, en la cual se habla el idioma que se está aprendiendo”, opinó Segura.
La coordinadora de este intercambio fue la máster Tania Molina, de la Escuela de Ciencias del Lenguaje de TEC. Tanto ella, como el doctor Edwin Marín, de Conare-Fortalecimiento, estuvieron a cargo de la logística y supervisión del trabajo de los estudiantes en el Campus. “Se trata de jóvenes inteligentes, disciplinados y buenos estudiantes. Valió la pena todo el esfuerzo. Ellos se lo merecieron”, finalizó Molina.