Ingenieros del Centro de Investigación y Extensión de Ingeniería de los Materiales (Ciemtec) [2] del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [3] se encargaron de verificar la calidad de las estructuras metálicas de los nuevos puentes viales en el Área Metropolitana.
Entre 2016 y 2017, expertos de la Escuela de Ciencia e Ingeniería de los Materiales [4] –en conjunto con el Centro de Investigación en Vivienda y Construcción (Civco) [5] y el proyecto de investigación eBridge, aplicaron los ensayos no destructivos que sirvieron para verificar la integridad física de las soldaduras de tres nuevos puentes:
- Alfredo González Flores, conocido como 'la platina', en la ruta a Alajuela.
- Yolanda Oreamuno, sobre el río Virilla, entre la Pozuelo y Jardines del Recuerdo, en la ruta a Heredia.
- Sobre el paso a desnivel de Paso Ancho, en Circunvalación.
Con la participación de los docentes e investigadores, ingenieros; José Luis León (coordinador de Ciemtec), Óscar Chaverri y Mario Conejo, se realizaron las siguientes pruebas:
- Ultrasonido para determinar defectos y medición de espesores.
- Inspección visual.
- Radiografía industrial.
- Partículas magnéticas.
“Lo importante es que el TEC pueda proporcionar la respuesta que el Conavi (Consejo Nacional de Vialidad) requiere. Al tener la escuela de Ingeniería en Materiales los recursos humanos y de infraestructura que puedan brindar pruebas no destructivas para el aseguramiento de calidad, ahí es donde se da esa participación nuestra; porque ellos no tiene personal capacitado ni la instrumentación para hacer control de calidad en estructuras soldadas o piezas similares”, comentó Conejo.
Para León, entre las ventajas que ofrece Ciemtec para este tipo de inspecciones es el personal certificado, pues Conejo tiene certificación INTE-ISO-9712 nivel 3 (la más alta existente) en radiografía y Chaverri tiene certificación INTE-ISO-9712 nivel 3 en ultrasonido. En Costa Rica hay menos de una decena de profesionales con este nivel de certificación en la materia de ensayos no destructivos.
“La experiencia tiene mucho peso, especialmente en pruebas como la inspección visual, que es donde se pueden detectar muchos de los defectos o fallas que puedan tener las estructuras. La certificación reúne el estudio de la teoría, las horas de experiencia que tiene el profesional, la calificación por medio de exámenes teórico-prácticos y hasta la agudeza visual”, detalla León.
Las pruebas se realizaron en los talleres que fabrican las piezas y en los sitios de construcción, para verificar tanto la calidad en cada pieza individual, como en las uniones.
“Muchas veces cuando se realizan este tipo de proyectos, quienes construyen o fiscalizan no tienen claro cuáles son las pruebas que se deben aplicar. Nosotros, gracias a la experiencia que hemos adquirido a lo largo de los años, podemos hacer recomendaciones en este sentido. Así fue que se estudió el tipo de juntas que se iban a emplear en cada una de las uniones, y se recomendó los métodos más adecuados para obtener la mayor cantidad de información posible.
“Los ensayos no destructivos tienen la ventaja de que podemos hacer un estudio de un material sin afectar ninguna propiedad, incluso el componente podría estar en funcionamiento durante el ensayo”, detalla Chaverri.