“Nunca digan no puedo, digan quiero aprender de la mejor manera ”. Con esta frase dio inicio la charla motivacional: “La edad no importa”, el estudiante Joaquín Martínez, a los estudiantes del Colegio Científico Costarricense con sede en Cartago. [2]
Con tan solo 19 años, Martínez es graduado de la carrera de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial en la Universidad Estatal de California en Long Beach (CSULB) [3]. Este alumno dijo que el secreto estaba en entender muy bien los conceptos en la universidad. Eso hizo, que el estudio fuera un poco más fácil para él.
La familia de Joaquín vive en Long Beach, California y en Estados Unidos desde hace más de 30 años, se cuenta con programas especiales para promover el desarrollo de niños y jóvenes con talentos especiales.
Su trayectoria estudiantil
Para este joven, la educación le ha sido fácil, porque se saltó la secundaria y tomó su primer curso en la universidad comunal a los 12 años de edad. La mayoría de sus primeros cursos universitarios fueron en línea, aunque eventualmente asistió a clases en el Long Beach City College [4], con la compañía de sus papás.
“Nosotros como padres vimos la oportunidad que Joaquín tenía y lo apoyamos en todo, nuestro trabajo era facilitarle las cosas, porque los retos vienen del mundo”, indicó su padre, Michael Martínez.
Luego a sus 14 años de edad, Martínez se matriculó en la CSULB e indicó que no se sintió incómodo o fuera de lugar. Hizo amistades rápidamente y fue aceptado por los estudiantes mayores. De esta misma universidad fue donde obtuvo su carrera profesional en Ingeniería Mecánica y Aeroespacial.
En esa misma Casa de Enseñanza complementó su formación con dos pasantías de verano en la NASA, sobre maniobras aerodinámicas y acerca del impacto de las partículas de hielo en aviones.
Asimismo, como parte de su proyecto de graduación, diseñó un kegerator, una especie de refrigerador que carbonata (agregar CO2) a cerveza.
“Mis padres me ayudaron en todo, en especial con las matrículas, combinaciones de cursos, siempre me dijeron que sí, cuando salía mal en una prueba, me decían que lo podía mejorar”, destacó el joven a los participantes de la charla. Cabe destacar que además de sus estudios de ingeniería, él tiene una vida socialmente activa.
Joven competitivo
Joaquín menciona que es competitivo por naturaleza. “Quería obtener el título y ser el miembro de la familia con menor edad en llegar a la universidad. Así convencí a mis padres y me matricularon en la universidad comunitaria antes de cumplir los 13 años”.
El padre de este joven indicó que ser el menor en la escuela o en la universidad, no es algo nuevo para su familia: su hijo mayor se saltó dos grados de la escuela y se matriculó en la Universidad Estatal de California en Los Ángeles [5] a sus 13 años. “Mi esposa y yo iniciamos la universidad a los 16 años de edad”, destacó.
Para Joaquín superar a su hermano Michael era un duro reto pues está involucrado en una innovadora investigación molecular en el Instituto de Investigación Scripps en San Diego [6],.
“Ustedes pueden hacer lo que quieran, pueden llegar a la meta , si no saben lo aprenden. Busquen algo que les guste y lo quieran lograr, esa es la mejor sensación”, mencionó este joven a los estudiantes del Colegios Científico Costarricense.
Para Esteban López Solano, estudiante de quinto año, del Colegio Científico, “este tipo de charla, es una nueva forma de inspiración para todos nosotros, ya que son personas con gran capacidad, que vienen a decirnos que podemos hacer algo y nos motivan a ser un ejemplo para las demás personas”.