Con una nutrida asistencia de docentes y estudiantes, el Programa Estado de la Nación [1] presentó las principales conclusiones del vigésimo segundo Informe Estado de la Nación en el Centro Académico de San José [3] del Tecnológico [4].
Entre otros indicadores, Guido Barrientos, miembro del equipo técnico del Programa Estado de la Nación, resaltó el incremento en la desigualdad social que experimenta Costa Rica, producto de la creciente brecha salarial entre clases. “Buena parte de la población no ha logrado aprovechar las oportunidades educativas que tiene el país y, por lo tanto, solo puede acceder a empleos con bajos salarios. Esto complica la satisfacción de sus necesidades más básicas, sobre todo tomando en cuenta que Costa Rica es el país más caro de América Latina”, apuntó.
De acuerdo con Barrientos, cuando esta desigualdad se junta con el deseo de un estilo de vida suntuoso, provoca un aumento en la delincuencia. Estudios nacionales e internacionales han demostrado que es la desigualdad, y no la pobreza, la que se convierte en el caldo de cultivo para una mayor incidencia de delitos. “En el mundo existen países muy pobres donde los índices de delincuencia son mucho menores que en Costa Rica. ¿Qué significa eso? Que el problema no está en cuán pobres somos, sino en cuán desiguales somos y, lamentablemente, Costa Rica y toda Latinoamérica ha aumentado el nivel de desigualdad”, agregó.
Ante este panorama, el investigador invitó a los presentes a escapar de las tendencias consumistas que impone la sociedad y a educar a las nuevas generaciones en valores como la solidaridad, la armonía y la convivencia.