Esta semana, el Tecnológico de Costa Rica [3] se volvió a llenar de la algarabía del curso lectivo: miles de estudiantes inician el año entre reencuentros y carreras por llegar a clases. Mas la mayor emoción es para esos 1.808 estudiantes de primer ingreso que dejan atrás el cobijo del colegio y la casa para iniciar su vida universitaria.
Entre los nuevos estudiantes del TEC, quienes experimentan el cambio más radical de todos son los 17 jóvenes de primer ingreso que ingresaron a Residencias Estudiantiles [4] y que, valientemente, dejan atrás no solo las gabachas del cole, sino que también se alejan de sus familias y amigos para enfrentar el reto de sacar una carrera.
Vea: TEC inicia curso lectivo con más de 1800 alumnos de primer ingreso [5]
Así es para Sloder Arguedas, quien con apenas 17 años, esta semana empezó a radicar en el TEC mientras cursa la carrera de Enseñanza de la Matemática Asistida por Computadora. [6]
Él vivirá en Residencias la mayor parte de lo que dure en obtener su título y empezar a dar clases por su cuenta.
Cocinar, lavarse la ropa y acostumbrarse a compartir el cuarto son solo algunos de los muchos cambios que le suponen dejar Ticaban de Guápiles por el Campus Central en la ciudad de Cartago.
Lo hace con ilusión y absoluta claridad en los motivos que lo impulsan:
“Yo les decía a mis compañeros (de colegio) que le pusieran, pero todos se quedaron allá (en Ticaban) y ahora todos están trabajando desde las vacaciones. Algunos están en la piñeras, otros están en un lavacar y así... (...).
“Es mejor salir de la casa, esforzarse un poco más y sacar una carrera para después vivir bien, no tener que estarse asoleando todo el día o ganando poco en cualquier parte, que lo traten mal a uno. De Ticaban me hubiera gustado que salieran todos los quintos graduados para alguna universidad, pero diay no...”, explica el joven estudiante.
Así fue que el lunes 6 de febrero Sloder ya había pasado la noche en Residencias, se levantó temprano y desde una hora antes ya estaba en el parqueo del Centro de las Artes para la inauguración del curso lectivo, una actividad que el TEC hace todos los años para recibir a sus nuevos estudiantes y exponerles de entrada la realidad de esta universidad: hay que estudiar mucho, pero también tendrán espacio para divertirse y crecer.
Allí escuchó con atención las palabras del rector, Dr. Julio Calvo, cuando les decía a los novatos que “ustedes vienen con una gran ilusión de entrar al TEC pero tienen que tener la visión clara de que deben ser los entes transformadores de la sociedad costarricense”.
También se dejó llevar por la imaginación, cuando la ingeniera Laura Barillas, representante de los egresados, recapitulaba las emociones y logros de su vida estudiantil.
Pasión por la matemáticas
Luego del acto de inauguración, la Federación de Estudiantes del TEC (Feitec) le entregó los nuevos ingresos a los voluntarios de IntegraTEC [7], un grupo de mentores que con esmero se encargan de darle el mejor recibimiento posible a sus nuevos compañeros.
“A todos los de primer ingreso nos llevaron en grupos por las escuelas y nos fueron a dar un recorrido por toda la universidad, para ver cómo es. Ya con eso uno no se va a perder y llegar tarde a clases”, narra Sloder.
Y aunque desde la Feitec y las asociaciones de estudiantes hicieron un llamado a los nuevos alumnos para que se acerquen a los múltiples grupos artísticos y culturales del TEC, a Sloder por ahora solo le interesa la matemática, tanto así que aprovechará los centros de los sábados que ofrece la Escuela de Matemática.
Una carrera que estará llena de aventuras, momentos alegres y pruebas que superar; y en la que este joven de Ticaban de Guápiles siempre estará acompañado por ese primer gran recuerdo de su vida en el TEC:
“Cuando me vine para acá el primer día tuvieron la oportunidad de venir mi hermana y mis dos papás, y cuando ya entré al aula a recibir clases, les digo que ya nos teníamos que despedir, y empezaron a llorar y me abrazaron. Llorando, pero de orgullo, por tanto esfuerzo que pusieron. No solo por mi esfuerzo estoy aquí, también se lo debo a ellos”.