Más de 500 muebles nuevos entre sillas, sofás y diferentes tipos de mesas se empezaron a utilizar en noviembre del año anterior en la Biblioteca José Figueres Ferrer de la Sede Central de Cartago del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2].
En reemplazo del antiguo amoblado que databa de los años setenta y ochenta, esta innovación llegó al edificio tras un proyecto que tuvo sus orígenes en el año 2014.
Específicamente, las nuevas herramientas con las que cuentan los usuarios son: sillas ergonómicas, mesas fijas y movibles; así como sofás. Todas están distribuidas por las diferentes zonas de la biblioteca y para su diseño se tomaron en cuenta aspectos como los colores, comodidad y eficiencia.
Según la licenciada Lidia Gómez, directora de la Biblioteca, este cambio responde en gran parte a la necesidad de adaptarse a los nuevos métodos utilizados a nivel internacional en el campo de la educación. “La tendencia mundial es la aplicación de los denominados Learning Commons, que son centros interactivos diseñados a partir de ciertas normas de calidad y estándares relativos al confort, ambientación de los espacios, posibilidades de interactividad para los usuarios y tecnología disponible”, explicó Gómez.
No obstante, las áreas de estudio consideradas como más privadas también siguen desarrollándose, ya que en este cambio se crearon 12 nuevos cubículos. “La idea era lograr crecer o al menos mantenernos. Al final, dichosamente logramos incluso aumentar un poco nuestra capacidad”, agregó la directora.
De acuerdo con estimaciones realizadas por las mismas autoridades de la Biblioteca, en pleno curso lectivo se reciben diariamente en este edificio entre 480 y 700 personas. Los períodos de exámenes son los que presentan mayor afluencia de usuarios.
Precisamente, para la estudiante Vanessa Brenes, el cambio le ha traído mayor bienestar a la hora de estudiar. “Estas sillas son bastante cómodas. Además, las mesas (movibles) me ayudan mucho a escribir mejor”, opinó la joven que cursa la carrera de Ingeniería de los Materiales.
Como plan a futuro, se espera que se pueda pintar el edificio con colores que vayan más acorde a la armonía que se busca con el nuevo mobiliario, para así complementar el efecto deseado. “El fin de todo esto, es que los miembros de la Institución se den cuenta de que tienen espacios agradables y adecuados para su estudio, descanso y esparcimiento”, finalizó Ligia Gómez.
En la realización de este proyecto trabajaron las Vicerrectorías de Administración [3] y de Docencia [4], así como las Escuelas de Diseño Industrial, Producción Industrial y Ciencia e Ingeniería de los Materiales [5].
A continuación, presentamos una serie de fotografías relativas al nuevo mobiliario: