Los cuatro estudiantes ganadores del premio “Yo emprendedor para Centroamérica”, en la categoría “Lucro Crecimiento” fueron Rafael Lobo Marín, Sofía Miranda Durán, José Pablo Méndez Sánchez y Marcelo Castro Alpízar (Foto: Brendan O'Leary/oleary.photo)
- Desarrollaron emprendimiento biotecnológico para producción de ácido hialurónico (AH) que tiene numerosas aplicaciones como cosméticos anti-edad, hidratantes de la piel y padecimientos como la artritis, entre otros
Cuatro estudiantes de Ingeniería en Biotecnología [2] del Tecnológico de Costa Rica lograron ganar el Premio Yo emprendedor en la categoría Lucro Crecimiento, con un innovador proyecto denominado “Magenta Biolabs”.
Los cuatro estudiantes ganadores fueron Sofía Miranda Durán, José Pablo Méndez Sánchez, Marcelo Castro Alpízar y Rafael Lobo Marín, quienes participaron en la final de la novena edición de la competencia de negocios Yo Emprendedor para Centroamérica [3] , con 26 finalistas : 22 nacionales y los otros de Nicaragua, Guatemala, Honduras y El Salvador.
En esta final los emprendedores explicaron su proyecto en cinco minutos y tuvieron cinco minutos adicionales para contestar las preguntas del jurado. Dicho jurado estuvo integrado por gerentes de entidades financieras, inversionistas, asesores y representantes del sector público.
Por estar en etapa de finalización del prototipo y contar con un modelo de negocios validado, participaron en la categoría Lucro-Crecimiento.
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¿Qué es Magenta Biolabs?
Según explicó Lobo, integrante del grupo ganador, “Magenta Biolabs” es un emprendimiento biotecnológico que desarrolla el proceso para la producción de ácido hialurónico (AH) por medio de microorganismos benéficos que se alimentan de una formulación de subproductos agrícolas y la transforman en AH.
El AH cuenta con numerosas aplicaciones, entre ellas, su uso en cosméticos anti-edad e hidratantes de la piel, en terapias de padecimientos como la artritis (alivia el dolor que ocasiona esta enfermad en las articulaciones), en cirugías como un agente protector y también como una alternativa segura y atractiva al botox en rellenos faciales.
El ácido hialurónico es un componente del tejido conectivo cuya función es acolchonar y lubricar. Es fabricado a través de todo el cuerpo en cantidades abundantes en lugares como el tejido conectivo que usualmente presentan problemas, como lo son las articulaciones, las válvulas del corazón y los ojos. Su función principal es ayudar con el mantenimiento de agua a través del cuerpo (une las moléculas de agua con el tejido), suministrando la humedad esencial para los procesos corporales y el transporte de moléculas.
Al referirse al futuro del proyecto, Lobo señaló que un proceso biotecnológico, por lo general, toma bastante tiempo en llegar a ser rentable, Pero que tienen proyectada la optimización de la tecnología durante el 2017 y parte del 2018. El licenciamiento está proyectado para los últimos meses del 2018.
Lobo aseguró que el grupo ha tenido un trabajo fuerte y que ha puesto mucha pasión. A la fecha ya lograron establecer una alianza con la Escuela de Biología del TEC para realizar ensayos preliminares en sus instalaciones. También se vincularon con el Centro de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBiot) del Centro Nacional de Alta Tecnología (CeNAT) donde optimizarán y escalarán a planta piloto el proceso.
“Ambas Instituciones nos han recibido de la mejor manera y con total disponibilidad en colaborar para que nuestro proyecto avance”, agregó. Para Lobo y sus compañeros de grupo el reconocimiento es muy importante: “Es un premio al esfuerzo y dedicación del equipo; además de que contaremos con asesorías en distintas áreas relevantes como la legal por ejemplo, lo cual es sumamente valiosa. Además demostramos que como estudiantes sí podemos emprender, que sí podemos crear oportunidades.
Esperamos que futuros emprendimientos de estudiantes ganen en ediciones posteriores”.