- Acuerdo se firmó este lunes y tiene seis puntos principales. Las Farc cuentan con presencia en Colombia, Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
Recientemente, se presentaron en la Sede Central de Cartago del TEC [2], el embajador y cónsul colombianos en Costa Rica, doctor Jesús García y el máster Martín Espinosa, respectivamente.
Por medio de la exposición titulada “Entendiendo el acuerdo de paz en Colombia”, los diplomáticos explicaron a un grupo de estudiantes el proceso que actualmente se produce en ese país y que supone un cese definitivo en el conflicto entre la guerrilla denominada Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) [3] y el gobierno nacional.
Precisamente, este lunes 26 de setiembre se firma en el distrito de Cartagena de Indias, el acuerdo que establece una serie de acciones que además de terminar con el conflicto, permitirá reinsertar a los exguerrilleros en la vida civil e incluso política de Colombia.
Según el embajador, la importancia de este hecho se resume en que finaliza con varias décadas de perjuicio para el país. “El conflicto del Gobierno existe con varios grupos, pero el de las Farc es el que más daño ha hecho. Se calculan 200 mil muertes, 25 mil desapariciones y 30 mil secuestros”, señaló García; quien además recordó a los 6 millones de habitantes que han tenido que abandonar el país por extorsión y amenazas.
El acuerdo de paz recién cumplió cuatro años de estar en negociaciones y ha contado con la intervención de Cuba como país sede de las múltiples reuniones realizadas. Por su parte, Noruega funge como garante del proceso, con Chile y Venezuela como acompañantes.
¿Qué se negocia en este tratado?
La agenda del acuerdo que firmarán el presidente de Colombia, Juan Mauel Santos y Rodrigo Londoño, líder de las Farc, incluye los siguientes seis puntos: desarrollo rural integral, participación política, fin del conflicto, drogas ilícitas, víctimas y justicia transicional. Finalmente, se menciona la implementación, verificación y refrendación de los acuerdos, así lo expusieron los diplomáticos.
Para explicar el primer punto, es importante recordar que las Farc desde su fundación tienen un origen campesino. Por lo cual el tema del desarrollo rural integral es fundamental en las conversaciones. Este se enfoca en el derecho de que los habitantes del sector rural tengan un acceso a la tierra de manera adecuada, lo cual implica una reforma en el sistema agrario.
Por su parte, el apartado de la participación política les asegura a los exmilitantes de este grupo insurgente, facilidades para establecerse como partido político. Además, les garantiza un mínimo de cinco curules en cada una de las dos cámaras que componen el sistema de gobierno en Colombia. Estos beneficios regirán a partir de las elecciones de 2018 y serán válidos también en 2022.
Con respecto a las drogas ilícitas, es bien conocido que la producción y narcotráfico de estas sustancias es uno de los principales medios de financiamiento de las Farc. Por esta razón, sus militantes ahora deberán participar en programas de sustitución de cultivos, diseñados para que se erradique la coca. De la misma manera, a los campesinos se les capacitará para que puedan ser parte de este sistema y así generarles ingresos y estabilidad en su economía. A nivel de consumo, el Estado lo tratará como un problema de salud pública y derechos humanos.
Finalmente, la justicia transicional explica las diferentes modalidades de penas que tendrán que purgar los miembros de la guerrilla por los crímenes cometidos. A grandes rasgos, existen sentencias que van desde la realización de trabajo comunitario, hasta la restricción o privación de la libertad en periodos de 5 a 20 años; esto dependiendo de la gravedad del delito y de la disposición que tenga el exmilitante de confesar y colaborar con las autoridades.
Ahora que se firma el tratado de paz, los miembros de las Farc tienen un plazo de 180 días para entregar sus armas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Este material bélico se procesará y será usado para construir tres monumentos en conmemoración del histórico acuerdo. El primero estará en las instalaciones de la ONU en Nueva York, el segundo en Cuba y el tercero en Colombia.
El acuerdo será votado en plebiscito por el pueblo colombiano el próximo 2 de octubre. El resultado en las urnas no afectará legalmente en la aplicación del tratado, pero sí tendrá mucha importancia debido a que mostrará la aprobación o no de los habitantes a este convenio. “Sería muy difícil para el presidente echar a andar este proyecto si en las votaciones llegara a ganar el no. La legitimación popular es siempre necesaria”, explicó nuevamente García.
Las Farc son consideradas por varios países (incluido Estados Unidos) como una organización terrorista. Fundada en 1964, es la guerrilla más antigua del mundo y uno de los grupos de este orden más acaudalados, contando en sus arcas con un estimado de 10 mil millones de dólares producto de actividades como secuestro, narcotráfico y minería ilegal, comentaron los diplomáticos. Según sus estatutos, las Farc se autodenominan de ideología “marxista-leninista” y su objetivo principal es el de convertir a Colombia en un estado socialista.
La firma del acuerdo de paz se da en el Centro de Convenciones de Cartagena ante la presencia de 15 presidentes, 27 cancilleres y tres expresidentes. Además, cerca de 3,000 personas fueron invitadas. Con este hecho se acaba un conflicto armado de 52 años entre Farc y Gobierno.